Se calcula que unos 300.000 españoles realizan labores de vigilancia en edificios emblemáticos, empresas, centros culturales o de ocio.
En Ourense se ha inaugurado el Centro superior de estudios en emergencias, seguridad y protección, que se dedica a la formación de profesionales de seguridad privada.
El Pleno del Ayuntamiento acordó por unanimidad de todos los grupos municipales, dos días después de su fallecimiento, dedicar una calle en Palma a Adolfo Suárez.
Dicho edificio se encuentra en la actualidad vigilado y controlado por nuestra empresa, TASP Seguridad.
Poco a poco la seguridad privada va asumiendo retos y responsabilidades en cuanto a la protección y seguridad de «importantes organismos». Esto obedece a una progresiva profesionalización del sector de la seguridad privada, así cómo el cambio normativo y en definitiva una evolución necesaria.
El sector náutico ofrece la máxima colaboración a la Policía para garantizar un control. Se reunieron ambas partes para compartir protocolos de seguridad, definir opiniones y establecer un nuevo procedimiento.
Consideran importante el control férreo de embarcaciones con bandera internacional con el objetivo de reforzar la seguridad y prevenir el terrorismo internacional.
Es imprescindible la seguridad privada en núcleos aislados de población, como en el caso de los polígonos industriales. La antigua Ley de Seguridad Privada ya preveía en esos casos, igual que en urbanizaciones, la posibilidad de vigilancia en dichas zonas públicas por parte de seguridad privada, previo informe favorable y autorizado por la Delegación del Gobierno pertinente.
La nueva normativa prevé dichas circunstancias y también las adapta a la situación actual, por lo que si no se ponen de acuerdo todos los empresarios y algún industrial quiere contratar un servicio de vigilancia, se prevén las rondas programadas.
Es un servicio efectivo y que abarata costes al empresario.
El Ministerio de Defensa y los cuarteles generales de los tres ejércitos, han implantado seguridad privada en 147 cuarteles, edificios e instalaciones militares en toda España.
La Armada también ha implantado seguridad privada en sus centros técnicos de estudios en Madrid, clubs navales, alojamientos logísticos, residencias, museos, etc.
La multa es triple. Destinada al guarda de seguridad, a la empresa de seguridad y a la comunidad de propietarios. Contratar a ‘piratas’ para la seguridad de una propiedad tendrá fuertes consecuencias económicas: multas de hasta 600.000 euros que propondrá la Policía, según aseguran fuentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de este cuerpo consultadas por El Confidencial.
TASP Seguridad informa de que existen muchas ocupaciones de inmuebles cerrados en la actualidad. Un modo de prevenir dicha situación, que posteriormente se debe judicializar y que lleva un proceso relativamente lento, es contratar seguridad privada, bien permanentemente o efectuar rondas efectivas por personal habilitado, quienes, en caso de detectar el allanamiento, de inmediato proceden y se evita dicha situación de ocupación.