Muchas veces, al ver un vigilante de seguridad desempeñando sus funciones laborales, no pensamos que para llegar a ello ha tenido que recibir formación específica. Y es que ser vigilante de seguridad requiere de una preparación que está regularizada por el Ministerio de Interior.
Lo primero que debemos saber es que para ejercer como vigilante de seguridad es necesario estar en posesión de la Tarjeta de Identidad Profesional (TIP). Todos los vigilantes de empresas de seguridad homologadas como TASP Seguridad cuentan con esta acreditación.
Antes de aspirar a convertirse en vigilante de seguridad, los candidatos deben reunir una serie de requisitos que les permitirán presentarse a las pruebas de selección oficiales. Entre estos requisitos están el ser mayor de edad, haber cursado mínimo hasta 4º ESO, carecer de antecedentes penales o haber superado las pruebas de actitud psicofísicas. Para ampliar esta información se puede consultar la página web del Ministerio del Interior.
Todos los aspirantes a vigilante de seguridad deberán cursar una formación de 180 horas en centros homologados por el Ministerio del Interior. La formación teórica incluye materias dentro del área jurídica (Derecho Constitucional, Derecho Penal, Derecho Laboral, etc.), del área socio profesional, técnico profesional e instrumental (ver temario completo). Al menos el 50% de esta formación deberá ser presencial, ya que se deberán adquirir conocimientos prácticos de laboratorio y tiro.
Además, aquellos vigilantes de seguridad que desempeñen sus funciones en la vigilancia de puertos y aeropuertos, vigilancia con perros o con rayos X, centros hospitalarios, eventos deportivos, atención de centrales de alarmas, etc. deberán cursar una formación específica que los habilite para ello. Del mismo modo, los vigilantes de explosivos también deben contar con una formación específica.
Las pruebas de selección, convocadas por la Secretaría de Estado de Seguridad, incluyen dos fases: prueba de aptitud física y prueba de conocimientos teórico-prácticos. En la valoración física, los aspirantes deberán superar ciertas pruebas y acompañarlas de un certificado médico que lo habilite para ejercer la profesión.
Una vez superadas estas pruebas, los aspirantes estarán en condiciones de solicitar la expedición de la Tarjeta de identificación Personal.
Los vigilantes de seguridad, además, están obligados a realizar al menos un curso de actualización o especialización por año. De esta manera se garantiza que los profesionales del sector mantienen su nivel de aptitud y conocimientos necesarios para ejercer sus funciones.
Es decir, al contrario de lo que muchos pueden pensar, los vigilantes de seguridad homologados como los de TASP Seguridad están en permanente formación y son unos profesionales cualificados y con los conocimientos necesarios para garantizar la seguridad.
Leave A Comment